El presidente Javier Milei suspendió varias de las visitas programadas para la campaña electoral, que supuestamente se había puesto al hombro. Quienes no se formaron políticamente en todos los aspectos ignoran que esa actividad es altamente desgastante, y requiere compromiso y capacidades diferenciadas.
Sólo dejó en agenda Rosario y Córdoba donde se encontrará con fuerzas locales adversas a pesar de las relaciones previas. El desorden económico y los endeudamientos, el abandono a las provincias y la resistencia a lo público, con peligroso desgaste productivo y social, generó la inesperada competencia.
También imperan intereses personales para mantenerse en el poder a pesar del criterio neoliberal compartido cada tanto.
Al Neuquén no vino el presidente ni Sturzenegger, otro de los privatistas destructores del Estado, cuyo prontuario recuerda entre otras, el negociado impune de uno de los falsos salvatajes con los que nos endeudaron por décadas. Hoy dado de baja. Saben que en nuestra provincia no hay empatía política con el proceder privatista.
No vienen pero saben del potencial energético y del sano salvataje sin enajenar bienes, generando riqueza genuina. No trabajan, optan por entregarnos al FMI, que ya no estaba en Argentina y lo trajo Macri, aprovechando Milei, para despilfarrar capitales impagables.
Luego la impericia y abuso del poder pidiendo a Trump los dólares que administrarán desde el Tesoro de los EEUU. Entrega brutal de la soberanía y del gobierno. Economía devastada y desesperación por Vaca Muerta y los dólares que despreciaba Milei, para entregarlos a los tenedores de bonos de un Estado en otra liquidación del neoliberalismo, infiltrado en la política y en la institucionalidad de Argentina.
Vaca Muerta está activa gracias a ese Estado que hay que proteger evitando otra entrega descomunal tal lo advierte la historia con los conservadores, el golpismo cívico militar y el neoliberalismo deshumanizado.


