Sin duda que para los grandes empresarios y festejantes del éxito de la bicicleta financiera, la resolución del súper banco Morgan Stanley que cuenta entre sus integrantes financieros a Blackrock y JPMorgan Chase & Co; no resultó alentadora.
La entidad financiera internacional en buena parte rectora del rubro en el Mundo, no mejoró como esperaban en el gobierno que encabeza Javier Milei, la calificación.
Argentina siguió aumentando su deuda con tomas de dólares a cambio de papeles a futuro que complican el horizonte financiero y por ello, la confianza no aumentó tal lo deseado, mientras que el riesgo país antes festejado, no logra bajar de los cercanos 700 puntos. Componente que establece altos costos financieros para un país que lejos de ordenar sus cuentas, las maquilla con dólares de deudas a esta altura, alarmantes.
Definición que contradice la expectativa de Javier Milei y Luis Caputo en cuanto a lograr un ascenso al mercado emergente que ha quedado postergado para 2026.
Los observadores que en parte definen la visión preventiva sobre Argentina, dentro y fuera del Morgan Stanley, tuvieron y tienen en cuenta la persistencia de un riesgo país (hoy de casi 700 puntos) que ellos mismos a su vez han establecido y por ello no podrían calificar de otro modo poniendo en tela de juicio su supuesta objetividad. Asimismo tras la incapcidad de aumentar y sostener de manera genuina las reservas del Tesoro, aprovechando el tiempo de las renidiciones por las cosechas, encontraron allí otra falla con la falta de los al menos U$S 4000 millones que debieron atesorar en Argentina. En simultáneo llegaron los inspectores del FMI a verificar la conducta administradora del gobierno, desde el que esperan como dijimos desde OP, se haga la “vista gorda” por dicha falta, y en el corto plazo autoricen unos U$S 2000 millones (cada vez menos) para seguir en una flotación económica inestable, que definitivamente se ha de reflejar en el manejo de una economía colmada de endeudamientos que nadie puede asegurar cuándo y cómo se pagarán.