El agua pesada que se produce tradicionalmente en la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) en Arroyito, provincia del Neuquén, es un recurso que debería estar en venta frente a los interesados que esperan dicha disponibilidad.
Rige el proceso industrial la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que está en falta para afrontar los costos de funcionamiento y resultados, tales como servicios, personal y energía eléctrica sin perjuicio de otras obligaciones.
Ocurre que el gobierno nacional a través de la CNEA adeuda a la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería SA, la suma atrasada de $3.500 millones que ascenderán a unos $ 5000 millones a fin de junio.
Ante esta realidad que agrega más daño a la economía provincial, regional y nacional, el Gobierno provincial reiteró reclamos a la CNEA tras 4 meses de mora y negativa sin explicaciones razonables.
por la deuda de envíos de cuatro meses.
Incluso el ministro de Planificación y presidente de la ENSI, Rubén Etcheverry, advirtió que “ya son varios meses de deuda” y a pesar de ello no hubo variantes en el atraso inentendible, más allá de la postura de frenar erogaciones que no son gastos sino inversiones, para sostener una falsa realidad sobre la inflación.
Es tal la situación provocada por el gobierno nacional que hasta surge la duda de continuidad contractual con el Estado provincial, ante la no renovación del compromiso.
Aspectos por los que Etcheverry comentara que “Esta falta de fondos por parte de CNEA y de Nación hacia la PIAP, sobre la que el Gobierno provincial viene realizando gestiones para su reactivación y la producción de agua pesada y otros productos como amoníaco, se contrapone con lo anunciado oportunamente por el Jefe del Consejo de Asesores del Presidente de la Argentina (y Presidente del Consejo Nuclear Argentino), Demián Reidel, sobre el Plan Nuclear Argentino, que entre otros objetivos contempla el desarrollo de pequeños reactores modulares y el desarrollo y explotación de uranio, entre otros anuncios. Sea por la CNEA o por el área de Hacienda de Nación, Neuquén y la PIAP se ven afectadas ante posibilidades concretas de inversores locales y extranjeros, entre ellos el grupo canadiense Candu Energy Inc., cuyos representantes visitaron meses atrás la PIAP para evaluar un posible contrato de suministro a largo plazo para su nuevo reactor Monark, entre otras posibles alternativas de producción de la planta ubicada en Arroyito”.
Desde la PIAP elaboraron un informe refiriendo que existen deudas tales como “más de 314 millones de pesos al EPEN, 580 millones de pesos a la empresa de transporte del personal, más de 210 millones por cargas sociales, IVA por 36 millones de pesos y 13 millones en reclamos judiciales, además de casi 600 millones de pesos correspondientes al pago de salarios y sueldo anual complementario que deberían liquidarse en los próximos días”.
