El gobierno de la República Popular China emitió su opinión ante la amenaza del bloqueo al Estrecho de Ormuz anunciado desde Irán.
Concretamente Guo Jiakun, vocero de la Cancillería china, consideró que el espacio náutico frente al Golfo Pérsico representa “importantes canales de comercio internacional de bienes y energía” por lo que reclamó “promover la distensión de los conflictos” desde los países en conflicto; y así “evitar un impacto en el desarrollo económico mundial”.
Previo a las declaraciones de Jiakun, reinaba un clima de marcada alteración por los potenciales perjuicios, pero tras el comunicado chino al parecer, la calma habría retornado al ámbito comercial internacional, incluyendo curiosamente a los EEUU cuyo presidente había solicitado a Xi Jinping que intervenga para evitar dicho bloqueo, al que calificó de “suicidio económico para ellos”.
Agregó que “Nosotros tenemos opciones para lidiar con eso, pero otros países también deberían prestar atención”. Sobre este aspecto observadores internacionales consideran que Trump, a pesar de decir que puede resolver el tema, ocultó sus limitaciones solicitando el apoyo de China, país al que paradójicamente está afectando con sus imposiciones a las importaciones de los EEUU, desde el llamado “gigante del Oriente”.
En el cierre de esta nota Trump según sus palabras, suponiendo que se concretará la novedad; anunció que se acordó el “fin de la guerra de los 12 días”, felicitando a las respectivas autoridades de Irán y de Israel.
En teoría el país islámico iniciaría la suspensión de ataques por 12 horas y acto seguido Israel haría lo propio.
Veremos cuáles serán las acciones reales en las próximas horas y días.
