Al menos es la versión difundida al mundo refiriendo que el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, confirmó que la guerra ha terminado entre Irán e Israel. Habían transcurrido 12 días y hasta Donald Trump, jugando a dos puntas, terminó criticando a los gobiernos en el conflicto que él alimentó apoyando a Israel y atacando abiertamente a Irán, citando sus bravuconadas habituales. A tal punto que después de intentar imponer la paz tras estimular la guerra, terminó diciendo “No saben qué carajo están haciendo”.
Contradictoria posición que demuestra cinismo o un criterio inestable y de hecho cambiante en una escena peligrosísima para la paz en medio oriente y tal vez en el Mundo.