Mientras que el gobierno nacional acumuló U$S 1000 millones más de deuda tras la oferta de un nuevo bono, desde el BCRA el director del Banco Central, Federico Furiase, advirtió sobre la situación deficitaria de las reservas internacionales muy por debajo de los U$S 50000 millones prometidos por Milei para estos días. También aseguró que el gobierno nacional incumple el compromiso con el FMI.
La jornada de este miércoles 28 de mayo resultó favorable para el ministerio de Economía pero agrava el endeudamiento con más capital a cambio de promesas beneficiosas para los llamados inversores internacionales. El funcionario referido comentó también que si bien el “BCRA está recapitalizado y eso ya le saca ansiedad a la compra de reservas, hay un esquema de flotación entre $1.000 y $1.400, con lo cual eso es inconsistente con acumular reservas.
No obstante a pesar de sus apreciaciones contradictorias, Furiase agregó que “Desde julio del año pasado cuando hablábamos con el Fondo, dijimos que nuestra propuesta era salir del cepo. Como siempre le explicó al ministro Luis Caputo para salir del cepo en nuestros modelos nos daba que el Banco Central tenía que ser recapitalizado con U$S 20 000 millones de dólares que coincidían con los modelos del Fondo. La demora en el acuerdo tuvo que ver con ese paquete de desembolso que obviamente era muy fuerte para los estándares y sobre todo que la mayor parte del dinero venía ‘up front’ (al frente) en el inicio y no había precedentes de eso.
Como no es un programa de apoyo presupuestario, porque hay superávit fiscal, no hay emisión monetaria, el Tesoro se endeuda, después de haber bajado el ratio deuda a PBI de 57 puntos del producto con el mercado y organismos a 40 puntos, con esos dólares el Tesoro lo hace recapitalizar a los Banco Central comprándole las letras intransferibles”. Comentario que exhibe la reiteración de la existencia de “superávit fiscal” cuando se sabe que en realidad los números referenciados son producto de mayor endeudamiento; por lo que dicha calificación más allá de los números que muestran, no tiene sustento si se contabilizan los miles de millones que Argentina adeuda al FMI y otros centros financieros.
En simultáneo persiste el estado de situación crítico por los altos costos de vida y las limitaciones extremas en el poder adquisitivo de la gran mayoría de los sectores que intervienen en el consumo masivo. Situación económica que no sólo está agravada hacia afuera, sino que en el escenario interno exhibe un desequilibrio peligroso para la dañada producción nacional, contrarrestada también, con importaciones para bajar precios que hasta ahora no se han comprobado.